"Cuando la desesperanza se vuelve esperanza"
Me crié rodeada de tortugas, perros, gatos, serpientes... pero sobre todo, impregnada, como si de un perfume se tratara, por un amor incondicional hacia el reino animal y nuestro planeta Tierra.
Pasé mi infancia y adolescencia en un barrio rodeado de parques y jardines, con suerte de poder descubrir día a día los secretos de la naturaleza. Cuando no aparecía cada primavera la tortuga, con la pequeña marca de esmalte en su caparazón, aparecía mi padre con dos hamster trepando por sus hombros, o mi madre acogiendo a una mamá gato a punto de parir a la que llamábamos "madre de manchas"
Poco a poco... a medida que iba creciendo, mi realidad cambió. Miro hacia atrás, y me doy cuenta de cómo todo se va desvaneciendo... ilusiones, sueños.... Cómo vas adquiriendo un camino más real, menos mágico... más nostálgico.
Como si de pronto en el libro de mi vida, hubieran arrancado varias páginas, me vi sumergida en un mundo materialista, sin valores, lleno de maltrato y odio... no es lo que quería... no es lo que mis padres me inculcaron... no es el mundo que quiero dejarle a mis hijos.
Durante el confinamiento, por la pandemia del #covid en la que nos encontramos, he tenido mucho tiempo para pensar. Meses antes, había comenzado, junto con familiares y amigos, la constitución de una asociación sin ánimo de lucro a favor de los animales, proyecto que jamás pensé me llevaría nuevamente a recuperar ilusión, valores, esperanza de cambio.
Durante este último año, hemos rescatado, recuperado y encontrado hogar a más de 30 perros y gatos + 1 erizo, maltratados y abandonados a su suerte. Insuficiente.... ¿Sabes cuantos perros y gatos (sin contar animales de granja y exóticos) deambulan por nuestras calles pasando frío, dolor, abandono...? Miles... Y solo hemos encontrado hogar a unos 30...
Estas cifras y una situación laboral extraña, sólo me han llevado a la conclusión de querer hacer algo. Algo que sé, no me va a permitir salvar todos los animales del mundo, pero sí salvar más de 30 huellas al año. Así que me animé a pedir ayuda y empezar a tocar puertas. Algunas de estas puertas estaban cerradas o semiabiertas, pero no dejé de llamar. Ahora puedo decir que está mereciendo la pena.
El Ayuntamiento de Sevilla nos ofrece la posibilidad de disponer de un pequeño espacio que nos va a permitir construir un refugio. Albergar perros y gatos que necesiten un nuevo hogar, atención veterinaria o simplemente... amor y respeto.
Pero para ser del todo sincera, este es nuestro saldo: 0 euros. Miento, 195,00 euros que ya han sido recaudados... y estas son las necesidades a cubrir:
- Módulo de cuarentena - Módulo de estancia temporal - Módulo de enfermería - Luz, agua, vallado, seguridad - Medicamentos y alimento - Tratamientos veterinarios e intervenciones.... y un largo etc...
Hemos creado esta recaudación para poder reunir fondos por esta causa. Puedes ayudarnos difundiendo o aportando, por poco que sea... todo suma. Antes, me daba muchísima vergüenza pedir dinero, ahora lo hago a diario. ¿Y sabes que es lo que me anima a hacerlo? Ver el sufrimiento diario de cientos de animales. Entonces es cuando me digo: "ánimo Irene, difunde tu causa, seguro que habrá gente que te escuchará y ayudará". Me repito esta frase cada vez que la vergüenza, la desesperanza o el desánimo me invaden.
¡Así que allá voy! Pidiendo de nuevo ayuda a quién me quiera escuchar. La fórmula es sencilla: AMOR + APOYO + ILUSIÓN
Gracias por tu aportación y difusión.
Paypal: dejandohuellaanimal@outlook.es
Bizum: 645097850
Cuenta bancaria: ES82 2103 0753 4100 3001 5385
Dejando Huella Animal, un lugar para soñar.
Irene